Trabajar con elementos constructivos de 20’ y 40’ de largo y 8’ de ancho para nosotros como arquitectos era un reto, si además esos elementos provenían de desecho de otras industrias y suponían un reciclado y una disminución a mínimos de las emisiones en la fabricación de las estructuras de las edificaciones aquello se convirtió en obsesión.
Por
otro lado la propuesta nos sirve como prototipo y laboratorio de prueba de
sistemas, materiales y soluciones constructivas, trabajar la arquitectura como
proceso es uno de los valores añadidos que para nosotros tiene la propuesta,
volver a esos orígenes en que la diferencia entre arquitectura y construcción
no era fácil.
Se
trata de una ampliación de una vivienda en una parcela al más puro estilo de la
tradición anglosajona de las PoolHouse.
Para
su desarrollo se utilizan dos contenedores 40’ HC y dos 20’ HC,
volumétricamente se realiza una separación que se soluciona por medio de una
estructura autoportante. Hemos buscado una volumetría clara y sencilla en
primer lugar por no enmascarar al elemento que sirve de base a la propuesta y
en segundo lugar por no generar encuentros que supongan un coste añadido en su
ejecución.
La
propuesta alberga salón, distribuidor, dos dormitorios y dos baños en planta
baja. El salón se concibe con una doble
altura y en él se instala un altillo que será utilizado como despacho. Desde
esta zona se accede a la parte de la cubierta que se proyecta como transitable.
En
nuestros diferentes estudios y propuestas de containers la piel vista u oculta
condiciona la utilización de un sistema constructivo u otro. Para la piel vista
como es el caso que nos ocupa se utiliza (de fuera a dentro) tratamiento
exterior a partir de pintura cerámica blanca que nos permite una pared más fría,
condicionante importante en este caso por las altas temperaturas veraniegas que
se alcanzan en la zona en verano, la propia pared del container, cámara de
aire, lamina de multireflector para aislamiento térmico, lana mineral para
aislamiento acústico y un sistema de trasdosado de cartón-yeso.
Para
la cubierta no transitable se utiliza por el interior cartón-yeso acústico y
aislante multireflector y por el exterior una malla de acero de refuerzo, poliestireno
expandido, lamina impermeabilizante y acabado de grava. La cubierta transitable
utiliza una base similar con un acabado por medio de una solución de baldosas
cerámicas.
El
forjado del espacio a doble altura no se desmonta totalmente sino que se
elimina el tablero y parte de las vigas de la base para evitar las torsiones
que se producen en los containers durante su montaje-desmontaje.
La
cimentación se realiza por medio de una solera que sobresale 5 cm del terreno
natural y sobre la que se apoyan directamente los containers, esta solución más
que propiamente como cimentación está pensada para la defensa de los diferentes
agentes del terreno que pudiera incidir en el deterioro de los materiales
utilizados.
Se
utilizan en las fachadas huecos verticales que responden a la necesidad
anteriormente citada del transporte ya que los recortes que se hacen en los
huecos de los containers se refuerzan por medio de marcos de acero que
sustituyen estructuralmente a la sección eliminada, igual sistema se utiliza
para la zona de los huecos de las puertas de los containers.
Trabajar
con este tipo de arquitectura de containers nos permite por un lado el trabajo
en taller y por otro el abaratamiento de costes derivados de la
industrialización sin estar reñido con un diseño arquitectónico sugerente y la
reutilización de contenedores que dejan de ser aptos para el transporte
marítimo pero que entendemos son un elemento valioso desde el punto de vista
arquitectónico y constructivo para dar solución a determinadas situaciones.
FELIZ NAVIDAD Y UN BUEN 2013 PARA TODOS!!!!!
En Tercera Piel Arquitectura lo importante no es lo que hacemos sino como lo hacemos.